En la
primera intervención se ha comentado el AlHaMBRA Project, que trata de “comprender
la complejidad del enfoque de salud en todas las políticas en caso de daños
relacionados con el alcohol y ayudar a implementar políticas integradas y
efectivas de reducción de daños sobre el alcohol”. A destacar, además de la
buena revisión sobre qué se entiende como salud digital, la visión general de
la salud digital: modalidades y componentes de implementación, e intervención.
Aplicables a los distintos tipos de prevención.

En la ponencia sobre La prevención del consumo de alcohol en atención primaria a través de herramientas de salud digital. Retos y lecciones aprendidas, se han comentado interesantes experiencias
sobre el tema. A destacar las acertadas conclusiones que se pueden aplicar a todo
el campo de la salud digital en estilo de vida:

• La
  percepción de la utilidad es un factor clave que debe abordarse en cualquier Intervención
  de atención primaria que se proponga.
• En el
  caso de las actividades preventivas relacionadas con el alcohol, la IB digital
  puedes ser una solución para algunas barreras del abordaje presencial (miedo a molestar
  a los pacientes, estigma).
• El uso
  de las nuevas tecnologías puede ser de ayuda pero hay que aumentar y facilitar su
  integración como herramienta de sensibilización y la interoperabilidad y comunicación
  con el trabajo en la consulta. Y hay que identificar y abordar las barreras
  detectadas para incrementar el compromiso de profesionales y ciudadanía.
• Los
  profesionales aprecian las soluciones digitales y están abiertos a utilizarlas,
  aunque les cuesta hacérselas suyas y algunos prefieren ofrecer IB presenciales ya
  que creen que la calidad de la atención es menor. Es imprescindible superar las
  barreras técnicas y organizativas y formar a los profesionales, implicarlos en
  su desarrollo teniendo en cuenta sus necesidades, incentivar su uso y darles
  retroalimentación sobre su impacto y utilidad.
• Los
  ciudadanos las valoraron positivamente, pero hay grupos que no se pueden
  beneficiar (brecha digital) por lo que hay que implicar a los usuarios finales
  en su diseño para mejorar su diseño, implementación y utilidad en general en el
  ámbito preventivo y en el tema del alcohol en particular.
• Garantizar
  un acceso equitativo a las mismas o respuestas alternativas para asegurarse que
  no dejamos a nadie fuera (población de edad avanzada, de bajo nivel
  socioeconómico).

Otro
reto es integrar las intervenciones en estilo de vida en las carpetas de salud individual.
Todo un desafío. 

Paco Camarelles